La energía solar y eólica ya son una pieza clave del suministro eléctrico, pero hay otras energías renovables que empiezan a pedir su sitio.
En 2018, Costa Rica batió su récord de producción de electricidad limpia: el país se abasteció exclusivamente de energías renovables durante trescientos días consecutivos. El suministro eléctrico de Islandia, por su parte, ayudada por la energía geotermal, es prácticamente 100 % renovable durante todo el año, mientras que Noruega ocupa una posición similar gracias a su potente parque de aerogeneradores. La implantación de energías renovables sigue aumentando año a año y, además de la mayor eficiencia de energías como la fotovoltaica, comienzan a explorarse otras fuentes de energía limpia alternativas. Las últimas noticias en torno a la energía mareomotriz, es decir, la obtenida a través de las mareas, invitan a pensar que el futuro de la energía limpia está en los mares.
En 2018 se anunció que la planta experimental de Orkney, en la costa de Escocia, había generado un total de 3GW en doce meses, batiendo todos los récords de producción de energía mareomotriz. El modelo SR2000 de Orbital Marine Power utiliza turbinas instaladas en una plataforma flotante que giran con el movimiento de las mareas. Y no solo eso, este año, también en las costas escocesas, se instalará la mayor turbina de este tipo hasta la fecha, aunque fijada en el lecho marino, con aspas de veinte metros de largo y un peso total de ciento cincuenta toneladas. Esta acción se enmarca en el proyecto Stroma, iniciado en el año 2010, que tiene prevista una capacidad de generación máxima que bordea los 400 MW, lo que lo convierte en el mayor parque de energía mareomotriz del planeta.
Energía mareomotriz
Tal como se ha apuntado, el mar ofrece una gigantesca fuente de energía renovable: la de las mareas. ¿Su gran ventaja? Mientras exista la Luna y la fuerza de la gravedad, habrá mareas regulares que permitan generar electricidad de manera fiable y constante. Algunos de los principales sistemas mareomotrices operan de manera similar a lo aerogeneradores: por medio de turbinas sumergidas que se mueven gracias a la subida y bajada de las mareas. Serían los llamados Tidal Stream Generators (TSG). Otra opción más costosa de energía renovable marina son las presas de marea, que funcionan como una central hidroeléctrica, pero aprovechando las mareas en lugar de un río.
Energía undimotriz
Aunque los primeros proyectos tecnológicos para aprovechar la energía cinética de las olas datan de finales del siglo XIX, no fue hasta finales del siglo XX cuando empezaron a instalarse las primeras plantas de energía undimotriz en Noruega y la costa de Escocia. Aunque la segunda de ellas, bautizada como Islay LIMPET, cerró en 2012, tomarían el testigo otras similares como la de Vizcaya, en la costa cantábrica española, en el año 2011. Hoy existe un centenar de plantas de energía renovable experimentales por todo el mundo que aprovechan la energía de las olas. A diferencia de la energía eólica o la energía fotovoltaica, existen numerosos tipos de tecnología undimotriz. Los principales serían:
- Sistema Pelamis (atenuadores). Esta especie de culebra flotante, no en vano su nombre proviene de la serpiente marina pelamis platurus, consiste en una serie de cilindros unidos por bisagras que oscilan en la superficie en función del movimiento de las olas. Una de sus mayores ventajas es el escaso mantenimiento.
- Pato de Salter. Utilizando un principio similar al Pelamis, se trata de una hilera de boyas con forma de cuña (o pico de pato), ancladas al fondo marino, que suben y bajan con el movimiento de las olas en la superficie a modo de pistón.
- Sistema mWave. En este caso, se instala una plataforma en el lecho marino que contiene una cámara de aire. La plataforma cuenta con una serie de membranas en los laterales que se contraen y expanden en función del oleaje, con lo que empujan el aire del interior que mueve una turbina en uno de los extremos.
- La ostra (conversor oscilante de oleaje). Instalado en aguas poco profundas de la costa, se trata de un oscilador en vertical que está conectado por medio de bisagras a una plataforma horizontal en el lecho marino y que bombea agua a una central hidroeléctrica en tierra firme.
- Columna de agua oscilante. Esta tecnología para generar energía renovable se instala en la costa, dejando una cámara por la que entra el oleaje, que empuja el aire y mueve una turbina.
Habrá que seguir de cerca este tipo de iniciativas de energías renovables, ya que podrían constituir una fuente estable y eficiente de energía limpia que permita la transición hacia un modelo energético más sostenible.
Fuentes: Science Direct, Research Gate